domingo, 12 de junio de 2011

Capítulo trece ;)

  Hellooo :) Como dice el título de la entrada hoy voy a subir el capítulo trece de Cruz de plata, pero antes tengo que anunciar los resultados de la encuesta para elegir la portada del libro... el resultado fue de 17 votos (33%) a la opción dos ( la espalda) y la ganadora con 34 votos (66%) para la opción dos (el dado). Así que ya es oficial :D gracias por los 51 votos y para los que votaron por la segunda opción, no se preocupen por que la seguiremos usando para otras cosas.


 SOLEDAD

   Diana echó a correr sin mirar atrás, no quería permanecer ahí, pero tampoco estaba segura de querer permanecer en ningún otro lugar, sintió el frio viento de la noche chocar contra su rostro surcado de lágrimas hasta encontrar una banca en el desierto patio, se sentó allí y comenzó a llorar mientras trataba de asimilar lo que había ocurrido ¿Cómo podía haber dado la vida un giro tan repentino? No supo con exactitud cuánto tiempo permaneció allí pero cuando Tania la encontró, el bullicio de la fiesta había desaparecido y en vez de las risas y la música ahora era capaz de oír el ruido de los autos cada vez que pasaban por la calle junto a la escuela.
  –¿Qué tienes? –preguntó Tania sentándose a su lado y abrazándola por los hombros–. ¿Qué ocurrió?                   
  Diana no contestó enseguida porque aún no era capaz de controlar su llanto.                         
  –Alex descubrió lo que soy… descubrió que soy una vampira. 
  Tania se mordió el labio.
   –¿Y cómo lo tomó? –dijo ya que no se le ocurrió nada más inteligente, aunque por la situación se podía deducir mas o menos lo que había pasado.
  –Nada bien… –vaciló un momento y luego añadió:– Él es un hombre lobo.
  Tania se asombró. Diana se sintió algo mal por revelárselo a su amiga, no era un secreto, al menos no para la gente como ellos, pero no podía dejar de sentir que acababa de contar algo prohibido.                                                                               
  –Vampiros y hombres lobos no se juntan –reflexionó su amiga, hace mucho tiempo, del que apenas a ambas les quedaba memoria Diana se lo había mencionado, después de todo era la única persona fuera de su familia con la que podía hablar de esas cosas–. ¿Por qué es eso?, nunca me lo has explicado bien.                                                                            
  –Bueno –comenzó Diana guiándose por las historias que su madre le había contado desde que tenía memoria–. La historia dice que debido a que ambos pertenecen a una misma raza de criaturas se formó rivalidad y hubo muchas peleas entre las dos familias que finalmente desataron una guerra –guardó silencio un minuto–. Murieron muchos, mis tatarabuelos entre ellos.                         
  No hablaron durante un tiempo y luego Tania preguntó.
  –Entonces, ¿Qué paso?, ¿Qué fue lo que decidieron?    
  Diana hizo una mueca y  bufó.                      
  –Yo no decidí nunca nada –explicó con impotencia–.  Alex dijo que deberíamos dejar de salir –Diana sintió que su estómago se encogía al recordar sus palabras–. Dijo que no quería que yo saliera herida –añadió haciendo memoria su último beso… “Último” pensó y las lágrimas volvieron a inundar sus ojos.                                                                            
  –Lo siento mucho –susurró Tania con tristeza–. Tú no estabas de acuerdo con eso.                               
  Diana notó que no era una pregunta, Tani la conocía bien y ella no se daba por vencida de esa forma.             
  –Claro que no, desearía estar con él ahora y no tener que dejarlo nunca –sollozó ella con la mirada pegada en el piso cubierto de polvo–. No me importa que o quién sea.
  Tania no respondió, tal vez ella no estaba tan de acurdo con ese razonamiento. Diana levantó la mirada y preguntó:
  –¿Qué tal tú, lo pasaste bien? –no quería quedarse en silencio, tampoco quería agobiar a su amiga.  
  La expresión en el semblante de Tania cambio drásticamente, a pesar de que tratara de controlarlo. 
  –Bien –contestó ella encogiéndose de hombros sin poder evitar que una sonrisa misteriosa se le escapara por la comisura de su labio.       
  –¿Y dónde está Dan?      
  –Probablemente esté en su casa, pensando en lo que hablamos.                                                                            
  –¿Qué quieres decir? –preguntó Diana sin entender adonde quería llegar Tania con eso.     
  Ella no contestó en bastante tiempo, Diana pensó que tendría que volver a formular su pregunta para salir de ese silencio que ahora tanto odiaba.  

  –Le dije que soy una hechicera –musitó ella con una sonrisa algo histérica.
  –¿Está todo bien? –preguntó Diana mirando a su amiga y dándose cuenta de que su rostro dejaba clara la respuesta.

  –¡Está perfecto! –exclamó mirando las estrellas que brillaban sobre sus cabezas–. Lo más difícil fue que me creyera –comentó y soltó una risita.                               
  –Me alegro por ti –aseguró Diana con voz apagada y sintió algo de envidia por lo bien que le habían resultado las cosas a Tania, ella le sonrió con tristeza, notando la frustración en sus ojos.                                
  –No te preocupes, todo va a salir bien –aseguró, aunque Diana no tenía idea como podría salir algo bien de esto.

  –Es tarde, me tengo que ir a casa –le comentó sin saber por que, pero ya no quería seguir más allí, tal vez si de una vez se iba a la cama y se dormía, a la mañana siguiente se diera cuenta aliviada de que había tenido una pesadilla, una horrible, pero solo eso, un sueño…                
  –Nos vemos el lunes.              
  Diana no respondió y se alejó de la mirada preocupada de Tani.
  Mientras caminaba a pesar de que puso todos sus esfuerzos en lo contrario, pensó en Alex y en que ya nada volvería a ser como antes. Una lágrima solitaria volvió a resbalar nuevamente por su mejilla, miró a su alrededor tratando de distraerse. La ciudad estaba repleta de parques ahora desiertos al igual que el resto de ella, en la que reinaba un silencio que solo la hizo sentir mucho peor ¿Dónde se habían quedado los habituales sonidos de la noche? Ya ni siquiera podía escuchar un auto en la lejanía, ni una brisa, ni sus pasos, ni nada. Temió haberse quedado sorda por lo que pisó apropósito una rama de árbol que estaba a mitad de la acera para oír su crujido, pero el ruido se esfumó tan rápido como llegó dejando todo igual que antes, sin saber si había existido realmente o no.
  Eso era demasiado para ella, corrió con desesperación hasta su casa, era rápida, más rápida que un humano normal, así que no demoró mucho y aunque fuera solo un poco, en su hogar se sentía más segura.
  Trató de no hacer ningún ruido al entrar, no quería despertar a su familia. Ni siquiera se puso su pijama, se arrojó en su cama y abrazó con todas sus fuerzas a su peluche Guu, tal como hacía cuando era pequeña, se quedó así hasta dormir.
  El lunes por la mañana Diana no se sentía mejor, además estaba muy cansada porque no había dormido bien ninguno de estos días, sus ojos estaban muy hinchados y también algo enrojecidos por las lágrimas. Obviamente no tenía ninguna gana de ir a la escuela, sin embargo sabía que debía hacerlo. Se levantó de mala gana y  se observó en un gran espejo que había en su habitación, pero lo único que vio reflejado fue el rostro de una chica, muy pálida y muy triste. Trató de encontrarse a ella en el rostro de ojos vidriosos que le devolvía la mirada, pero no era capaz, tampoco quería ser esa chica, le parecía algo horrible, no solo por el patético aspecto que tenía, si no porque la tristeza que mostraba era profunda e insoportable, pero entonces ¿Era ese reflejo asolado por la tristeza el suyo propio?, ¿Y si lo era, por que no se sentía consciente de lo que veía?, no se interesó en responder esas preguntas, no le servía de nada.
  Bajó a desayunar, desde que tenía uso de razón, y probablemente desde mucho antes, desayunaba siempre lo mismo, de hecho era lo único que comía en todo el día, sin contar la innecesaria comida humana que le daban en la escuela, claro, eso no era más que una masa insípida con la que aparentaba ser normal.
 El líquido de color rojo intenso que se agitaba en su tazón de desayuno obviamente no le pertenecía a ningún humano, o por lo menos era algo obvio para ella, ya que así la había criado su madre a ella y a su hermano. La sangre era de animal, se la proporcionaba la OCCAP, nunca recordaba que significaban las siglas, pero estaba segura que en alguna parte decía algo sobre animales peligrosos, ésta organización estaba realmente formada por vampiros, unos muy antiguos y la única otra familia que vivía permanentemente en esa ciudad. Trabajaban para el alcalde Frank Smith, el tío de Maribel, pero éste pensaba que era solo una inútil organización que mantenía alejados a los osos, y esos animales que vivían en el bosque circundante a la ciudad y otras cosas por el estilo.
  Diana se fue a la escuela en autobús, sentada en los últimos asientos, vio que Maribel estaba junto a Peter y supuso que ella, al igual que Tania, lo había pasado de maravilla en la fiesta. A varios asientos de distancia vio a Moni rodeada por sus nuevos amigos, Brian y David, que parecían hablar seriamente entre ellos.                            
  Se puso unos audífonos y comenzó a escuchar su canción favorita de Heioupi con su teléfono celular, pero cuando iba a mitad del viaje recordó que a Alex también le gustaba mucho Heioupi, se arrancó los audífonos de un tirón y los volvió a guardar en su bolso, luego apoyó su mejilla en la ventanilla del autobús e intentó no pensar en nada, aunque sin muchos resultados.                     
  En la escuela fue a saludar a Tania que se encontraba sentada en la banca de Dan, junto a Dan, probablemente ahora esa sería oficialmente la banca de Tania y Dan.   

  –Hola –los saludó con voz apagada, intento sonreír pero no pudo.                                                                               
  –Hola Diana –le respondió Tania observándola, parecía preocupada –¿Cómo has estado?                                
  –Bien –mintió y se sintió incomoda por interrumpir de esa manera la felicidad de Dan y Tania por lo que les dio la espalda y se marchó a caminar sin ningún rumbo, el día estaba nublado y muy oscuro, corría una brisa suave, pero helada que hizo a Diana sentir un escalofrió.
  –¡Hey Diana!
  Ella se volteó y vio que Sam se le acercaba, llevaba un gran abrigo café y unas botas, le sonreía ampliamente, la última semana había vuelto a hablarle, después de estar extremadamente frío con ella, eso había significado un notable alivio, ya que tener a su amigo devuelta a la normalidad era algo que no tenía precio alguno, en especial por el hecho que ya no intentaba tomarle la mano u otras cosa incomodas que debía soportar durante los primeros meses de clases..
  –Hola –respondió cabizbaja.
  –¿Qué tal?                                                                            
  –No muy bien –contestó sin pensarlo y Sam la miró extrañado.

  –¿Por qué? –preguntó evaluando su rostro.
  Diana lamentó no haberle mentido asique se apresuró a responder sin dar detalles.                                
  –No la pasé muy bien en la fiesta.                                       
  –¿En la fiesta?, ¿Qué ocurrió?                                            
  –Alex y yo terminamos –dijo rápidamente desviando la mirada y notando otro escalofrió, esta vez no por el frío.     Sam guardó silencio por unos momentos, por las muecas que hacía, Diana pudo darse cuenta de que se estaba aguantando a decir muchas cosas.
  –Sabía que algo así iba a pasar –murmuró cuando finalmente no pudo mas–. Lo sabía, yo siempre lo supe…         

  Ella quiso responderle que simplemente se callara, pero de algún modo, apreciaba y agradecía su gran esfuerzo por no decir nada más.
  –¿Cómo te fue en la fiesta a ti? –se limitó a preguntar para cambiar el tema.                        

  –Nada bien la verdad –respondió retomando su tono normal–. Moni no paro ni un solo minuto de hablar sobre Bel y que Bel la había traicionado y lo mucho que odiaba a Bel y otro montón de cosas sobre Bel y Bel –se quejó poniendo los ojos en blanco.                                                                        
  –Eso es porque a ella le gusta Diego. 

  –Así es, es lo que ella me dijo, pero eso era antes, me contó que ahora le interesaba otra persona –Sam se calló de golpe y pareció arrepentirse de haber dicho algo. Clavó la mirada en sus pies, algo nervioso.            
  –¿Enserio? –dijo Diana sorprendida, aunque la verdad era que Moni cambiaba de enamorado con una rapidez asombrosa–. ¿Quién?
  Sam se quedó en silencio.
  –Vamos –insistió Diana, no era que le interesara mucho, pero era el único tema que tenía para hablar, además le molestaba que Sam pensara que no podía confiarle un secreto.
  –Em.… –dudó Sam más nervioso–. Bueno, ella dijo que le gustaba Alex.                                                                            
  Diana demoró un segundo en comprenderlo y sintió que sus manos se convertían en puños. En ese momento pensó que su cara debía parecerse mucho en las muecas que había puesto Sam para no decir nada antes.
  –Creo que Katty tenía razón…–logró gruñir con los dientes muy apretados.
  Sintió un profundo odio hacia Moni y todo lo que tenía que ver con ella, no recordaba haberse sentido así nunca antes en su vida. Sam se le acercó un paso y le preguntó:        
  –¿Estás bien?                                                                              
  –Sí –mintió esta vez aunque su voz no la respaldaba para nada–. Me tengo que ir.              
  –Está bien –dijo él con la frente surcada de arrugas mientras se arrepentía de haber dicho cualquier cosa sobre Moni–. Te veo luego.

   Mónica paseaba por los corredores junto con sus dos nuevos amigos, David y Brian… No estaba muy segura si se podía decir precisamente que estos eran sus amigos, pero eran las únicas dos personas que querían permanecer con ella en ese momento, para Moni eso significaba bastante.
  –No te preocupes –dijo David con ese tono típico suyo, cargado de solemnidad, que usaba cada vez que hablaba, como si se estuviera dirigiendo a una persona de mayor autoridad, en vez de solo estar hablando con sus compañeros en el patio de la escuela–. Podemos ir a comprarte una malteada–. Exclamó jovialmente, también solía ocupar palabras extrañas como “malteada” en vez de “batido de fruta”.                                                                    
  David era casi de la misma estatura que Moni, era moreno y tenía ojos marrones muy oscuros.
  Brian en cambio era como mínimo una cabeza más alto que David, su cabello negro y liso, muy largo, lo llevaba como siempre cubierto por la capucha de su abrigo y tenía los ojos del mismo color que David pero de una forma diferente y la piel clara como la de Moni.     
  –Eso estaría bien –dijo Moni aunque estuvo a punto de rechazarla porque no era exactamente lo mejor para el frio de ese día.               
  –Me gustaría poder hacer algo para ayudarte –confesó Brian algo frustrado al darse cuenta del poco ánimo de Mónica.          –Nadie puede ayudarme –susurró Mónica al mismo tiempo que entraba en el comedor que se encontraba repleto de gente refugiándose del frío–. Bel me arruinó la vida.           
 –No te lo tomes de ese modo –sugirió Brian que siempre veía el lado positivo de todo, cosa que a Moni no le gustaba para nada, de hecho solo la irritaba más.       
  –Pero, ¿No te das cuenta? –dijo Mónica hablando algo más fuerte, miró a su alrededor y luego añadió mas bajo–. Ahora todos creen que yo soy la mala y que ella es la santa –bufó con desprecio–. ¡Seguro va a ser una santa…!    
 –¡Vamos! –le interrumpió David antes de que su amiga se saliera de control–. Las malteadas alegran a todo el mudo.
  Se pusieron en la corta fila del comedor y David compró a cada uno una malteada de chocolate.      
  –Gracias –murmuró Moni tomando su malteada.      

  David la observó de reojo con una sonrisa.
  –¿Ahora estás mejor?     

  –No lo sé –contestó ella encogiéndose de hombros y bajando la mirada–. Yo solo quería ayudar a Bel.                
  –Pero ahora te gusta Alex ¿No? –dijo Brian después de un escalofrío producido por la malteada–. ¿Entonces por que siguen enojadas?
  –Eso no quita el hecho de que ella me haya arruinado la vida.                                                                                
  –Ese Alex no me agrada –dijo David repentinamente, después de estar unos momentos pensativo.    

  –No te tiene porque agradar, tú no sabes nada –dijo Moni fulminándolo con la mirada.                                      
  –Además Alex está con Diana.                                           
  –No, no es verdad, ellos terminaron el sábado –contestó Moni con voz soñadora, como si esa idea fuera capaz de arreglar todos sus problemas.           
  –¿Enserio?, no tenía idea –dijo Brian interrumpiendo sus pensamientos.                                                                      
  –Todos lo saben ¡es el escándalo de la semana! –exclamó, ella lo había escuchado hoy en la mañana de unas chicas que no conocía.
  –Pero, ¿Diana no es tu amiga? –dijo David y el comentario no le hizo ninguna gracia a Mónica.                       
  –Era –le corrigió frunciendo los labios hasta convertirlos en una línea –Pero ella ahora está del lado de Maribel y además no podemos ser amigas si a las dos nos gusta Alex.            
  –Yo creo que sí podrían ser amigas –opinó Brian con la mirada perdida en la nada.                          
  Moni lo miró como si estuviera loco.
  –Claro que no –dijo ella entre dientes–. ¿Cómo podría ser amiga de Diana después de todo lo que pasó?            
  –Yo creo que sí –convino David asintiendo.     
  –No –repitió ella inflexible.         
  David y Brian se miraron sin querer comenzar una pelea con Moni así que Brian preguntó lo primero que se le vino a la mente.
  –Pero… ¿De verdad te gusta Alex?                                 
  –Por supuesto –afirmó abriendo mucho los ojos–. Él es perfecto, Me encantan sus ojos –explicó Moni volviendo a hablar con voz soñadora.                            
  David negó con la cabeza.
  –Ni siquiera lo conoces –le recordó. 
  Mónica entrecerró sus ojos y él tomó su malteada evitando su mirada.   

  –Vamos a sentarnos ahí –propuso Brian señalando una mesa libre al notar que la situación se ponía tensa. 
  Bel regresaba a su casa, su corazón latía a un ritmo impresionante, estaba sumamente nerviosa y notó que le sudaban las manos, dejándolas empapadas. Cuando llegó aún ideaba en su mente mil formas de explicarles a sus tíos que ella estaba embarazada, pero ninguna le parecía muy conveniente. Colgó su abrigo de color fucsia, bastante delgado considerando el frio que hacía en el exterior, en la elegante percha de la entrada, todo en su casa era así, muy elegante y fino, incluso más que para su gusto. Entró en el comedor, donde encontró a sus tíos sentados en la mesa almorzando sin saber lo que les esperaba, ella se armó de valor.  
  –Tío Frank, Tía Betty; tengo algo importante que hablar con ustedes –dijo con la mayor serenidad que le fue posible y se sorprendió de lo bien que le resultó.              
  Betty que tenía el pelo corto y muy rubio pareció asustarse, pero Frank, un hombre muy serio que se parecía bastante a Bel, ni siquiera se inmutó.   
  –¿Qué pasa cariño? –dijo éste, a pesar de estar calmado, sabía por experiencia que lo que le iba a contar su sobrina no era nada bueno, en el ultimo tiempo nada de lo que les contaba era bueno, solían ser pésimas notas, castigos en la escuela y otras cosas por el estilo.                                       
  Ella lo dudó un momento y luego fue a sentarse junto a ellos.

  –Bueno… –comenzó sin encontrar aun las palabras–. No es muy bueno lo que tengo que contarles…         
  –Prosigue –le alentó su tía con una sonrisa forzada para darle valor.
  Bel notó en su rostro y su voz que estaba alterada. 

  Los miró a los ojos y imaginó que ellos la entenderían, tenían que hacerlo, la habían cuidado y educado como su propia hija desde que sus padres habían muerto.        
  –Yo… yo… voy a tener un bebe.
  

14 comentarios:

  1. Uyy que fuerte declaración de Bel. Espero de todo corazón que sus tíos no reaccionen mal, si de por sí no le está yendo nada bien...
    ¿¡Qué sucede con Moni!? No quiero pensar mal de ella, pero no lo puedo evitar, la única palabra que se me viene a la cabeza es pe....
    Bueno, como sea, espero que en realidad eso no suponga algún problema para Diana.
    ¡¡Cúantas sorpresas, Tania es hechicera!! ¿Qué más me ocultan? Espero su próximo cap, besos a las 3

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  2. o0h! Me encantaa!! POR FAVOR, sigue tu mi blog!!

    http://reshu-novela.blogspot.com

    Porfaa!!

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  3. Hola chicas!, ante todo daros las gracias x el aviso y ahora os digo k me ha encantado el capítulo!!!, como reaccionaran los tios de Bel?, x k Moni se enamora tan pronto de los chicos y olvida d repente a sus anteriores amores?. Y k pasará ahora con la vampira Alex, el hombre lobo?.

    Ya tengo ganas de leer y saber más!!!, jejeje.

    k pasen un feliz comienzo d semana, xao!!!

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  4. Guao. Este capítulo ha dado muchas vueltas.
    Primero nos habéis confirmado que Tania es una hechicera (algo ya se sospechaba)
    Luego, cómo lo está pasando Diana.
    También está ahora Moni, ¿Es que no tiene personalidad? Tiene que estar detrás de todos los que sus amigas quieren..

    Y por último, por fin se lo ha dicho Bel a sus tíos.

    ¿Estarán juntos Alex y Diana? Ojalá *.*

    Bueno, gracias por pasar y avisar del nuevo capítulo. Yo ahora dentro de poco subiré uno de mis capítulos :)

    Besos!

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  5. Hola,
    Dios cada vez me cae peor Moni, ¿esque siempre tiene que ir a por los novios de las demás? Ojalá no consiga su objetivo y Diana y Alex vuelvan a estar juntos. ¿Y lo de Bel? Uff que fuerte haber que le dicen sus tios.

    Me ha encantado publica pronto.
    BSS Claudia

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  6. Uoo que fuertee, odio a Moni enserio, de que va? menuda amiga de mierda pff.. siempre a por sus novios, y que fuerte lo de Bel, y mas vale que Alex y Diana vuelvan a estar juntos o sino me cabreo y no sigo leyendo, jajaj es coña esta demasiado interesante como apra dejarlo!

    Espero el siguiente pronto^^
    un besoo

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  7. ops... termina con una fuerte declaracion, despues de muchas otras ... y q sorpresa diana no puede estar con quien desea y ahora su "amiga" se aprovechara de ello... creo que moni esta mal de la cabeza definitivo!!! me gusto muchisimo el cap... un beso!!!

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  8. holaa..!! grax por avisarme del cap nuevo.. esta excelente me gusto mucho.. pero el corazón se me pone chiquitico cuando pienso en Diana, que fuerte es el sentimiento de la soledad... puedes tener mil personas alrededor y aun así sentirte completamente sola.

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  9. ahhhh como lo dejan hasta ahi me quieren matar de un derrame cerebral.... pero es que quiero saber que le dicen sus tios, y si la hechan de casa *.* ahi no no quiero ni pensarlo...
    ahiiiichhhh esa moni me cae mal !!! desde el principio le tome ojeriza pero ahora ufff mejor ni mencionarmela ojala no se meta con alex que mejor ni se le acerque....
    oigan como es eso de que tania sabia que dania era vampira y ella hechicera woooo me encanta tania mi personaje favorito ehejejej me encanto el capi espero el otro nuevamente.... ahhh me alegro que aya ganado el dado yo vote por el me encanta
    nos vemos pronto chicas y gracias por pasarse por mi blog un beso gigante nos estamos viendo !!

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  10. ronimar dijo....
    no se pero no puedo entrar con mi cuenta xd que lata

    buen dia estoy de acuerdo con karito como lo dejan hasta ahi, las felicito como ya dije se esta poniendo mejor
    espero el proximo gracias

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  11. mi niña el capi me ha encantado, me ha gustado y emocionado mucho. es especial.

    saludis vampi

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  12. Hola!!!
    wOW...Que genial capitulo, pero sobre todo la historia...^^
    Soy la nueva administradora de "cuentos de brujas" Me llamo Diane. Y ando revisando los blogs que sigue Sara Camileri. Y este blog esta genial!!! De verdad...^^
    Sara dejo un nuevo capitulo...visitame...^^
    Besos, adios...

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  13. esta genial el capitulo espero que sigas publicando los demás. me gustan mucho las historias irreales como vampiros , seres mágicos etc .. así que les agradecería que dejaran su pagina si escriben algo semejante y piensan terminarlo .. gracias ^^..!

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  14. awwwwwwwwww odio a monica es una trepadora sin escrupulos mira que gustarle alex es joda no????

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